3 de agosto de 2007
¡Por fin, había llegado el día!
Nuestra hija nos dejó en la estación de Avda. de America, estabamos nerviosos, sobre todo yo, para mi esa una de las aventuras más grandes que iba a emprender.
El viaje en el autocar se hizo un poco largo y eso que estabamos cansados, no habiamos dormido ni dos horas, dandole vuelta a las cosas y pensando en no dejarnos nada. Era nuestro primer viaje en bici y no sabiamos si llevabamos demasiadas cosas o nos iban a faltar todas.

No hay comentarios:
Publicar un comentario